Los gases de protección son utilizados para proteger el baño de soldadura de la influencia del medio ambiente, es decir, de la oxidación y la absorción de nitrógeno. El gas de soldadura también contribuye a que haya mayor productividad y unas mejores propiedades mecánicas para la soldadura.

El gas se inyecta en la zona de soldeo mediante canalización que llega directamente a la punta del electrodo de forma continua durante la soldadura. La función del flujo continuo del gas es proteger el arco eléctrico, aislando el baño de fusión de la atmósfera que le rodea, para garantizar una unión limpia y en buenas condiciones.

Para el proceso MIG-MAG los gases de protección se dividen en dos grupos:

• Inertes

• Activos

Los gases inertes son gases muy estables que no reaccionan con otros elementos, los más utilizados son Argón en Europa y Helio en los Estados Unidos, pero existen seis gases inertes (argón, helio, neón, criptón, xenón y radón).

Los gases activos son el dióxido de carbono (CO2) y cualquiera de las mezclas de gases (inerte + activo).

 En la soldadura MIG  el gas que actúa como protección es inerte, es decir, que no actúa de manera activa en el propio proceso, por lo que es muy estable.

Como mencioné anteriormente el argón es el que más se utiliza en Europa,  este se ioniza fácilmente, de manera que la tensión del arco bajo argón es sensiblemente inferior que bajo helio.

 El argón puro  solo se utiliza en la soldadura de:

•  Aluminio

• Cobre

• Níquel

• Titanio.

No es recomendable utilizarlo en el acero porque  se producen mordeduras y cordones  de contorno irregular.

En la soldadura MAG se utiliza un gas activo, es decir, que interviene en el arco de forma más o menos decisiva. Uno de los gases que empleamos es la mezcla de Argón+CO2

Argón + CO2:

Se suelen utilizar estas mezclas con cantidades de dióxido de carbono que van del 15 al 25%. Con esta mezcla se consigue una mejor visibilidad del baño, un arco más suave, con menores turbulencias, un baño de fusión más frío, un mejor aspecto del cordón, menos proyecciones, y una mayor estabilidad del arco.

Al elegir el gas de protección adecuado marca la diferencia.

Al usar el gas de protección correcto, se pueden obtener grandes beneficios:

 De tipo metalúrgico: como una mejora de la resistencia a la corrosión.

 De tipo mecánico: como la obtención de un metal de soldadura más tenaz.

De tipo económico como pueden ser la reducción del coste de soldadura o el incremento de productividad.

Conocer y entender la función de los gases ayudará a que tu empresa sea competitiva y te permitirá  ahorrar costes.

Actualmente contamos con dos tipos de gases:

Argón y argón+CO2

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